Daniel Mayrit e Ignacio Trillo: cómo llegar a entender la Ley Mordaza (aunque parecía imposible).

Fuente: Daniel Mayrit


En julio del pasado año se aprovaba la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana. Conocida como la Ley Mordaza por el inefable recorte de libertades que suponía su puesta en vigor. Aunque el 30 de noviembre el Congreso vot´su derogación, son muchos los que abogan porque se conozca elverdadero significado y trascendencia de la Ley. Daniel Mayrit (Madrid 1988) fue uno de los creadores visuales que optaron por posicionarse de modo más crítico en su trabajo Authorised images. La serie ha dado lugar al monográfico sobre el tema del periódico DÚO.

¿Qué referentes de vuestra obra pueden encontrarse en el proyecto? (referentes en proyectos vuestros y/o de otros autores)

Siempre suelo definir mi trabajo en referencia al eje “poder-nuevas tecnologías”, que son probablemente los dos ángulos desde los que más me interesa aproximarme a la imagen en general y a la fotografía en particular. Sin embargo, echando la vista atrás, creo que también aparece una preocupación latente respecto a a la identidad, y a cómo se ve afectada por los dos factores anteriores. Desde los borrados de caras de Google Street View, pasando por 'You Haven't Seen Their Faces' que entre otras cosas habla del anonimato del poder, hasta este último proyecto que básicamente ataja la censura de la Ley Mordaza, que va muy encamiada a proteger precisamente la identidad de la policía por encima incluso del derecho a la información o a la libertad de expresión.

Lo interesante es que de manera inconsciente parece como si intentase problematizar y subrayar esa relación constante y muy contemporánea entre poder e identidad.

Foto: Phree
 
¿Cómo se inició el proyecto en PHREE? ¿Quién planteó el tema?

El proyecto se presentó por primera vez en Galería Cero, en el mes de junio, dentro del marco de PhotoEspaña OFF, y hasta ese momento nunca me había planteado hacer una publicación del mismo. Sobre todo porque no me imaginaba cómo traducir y unificar las diferentes estrategias visuales que forman parte del trabajo en un sólo soporte, y porque algunas de ellas son eminentemente interactivas, como la cuenta de Instagram o el photocall que requieren de una participación activa del espectador, y son por ello difíciles de traducir al formato papel.



Durante el transcurso de la exposición  Juan Valbuena, director de PHREE y amigo, quien propuso la idea del formato periódico, y no un periódico cualquiera, sino enmarcarlo dentro de la serie DÚO, que apuesta por un estudio en profundidad sobre un determinado tema tanto desde el aspecto visual como desde el texto. Sin haberlo tenido en cuenta antes creo que el formato aportaba y remaba en la misma dirección del proyecto, al remitir a la actualidad, al debate sobre la libertad de información y al ser el soporte en el que se publican originalmente muchas de las imágenes que han formado luego parte del proyecto. Por otro lado, la posibilidad de dedicarle un buen espacio a un texto que analizase el estado de la cuestión de manera rigurosa, permitía abrir el trabajo a una reflexión más pausada y conectar con un público que no necesariamente se acerca a proyectos artísticos más herméticos pero que sí tiene un posicionamiento político definido. En ese sentido el texto de Ignacio Trillo, abogado del colectivo Red Jurídica, especializado en temas referentes a comunicación, imagen y libertad de información, es casi como una bendición. Sin hablar de las imágenes en sí, sino sobre el contexto y coyuntura de la Ley Mordaza, ha sido capaz de traducir un argot jurídico impenetrable para cualquier mortal en un texto perfectamente accesible para cualquier lector con un tono ameno y certero. ¡Casi un milagro!
Fuente: Phree

¿Qué objetivos os planteasteis en el número?

El principal era traducir tanto el proyecto como la ley a un lenguaje asequible. El problema (¡uno de ellos!) de la imagen dentro del mundo del arte es que no consigue llegar a un público potencial enorme. Más allá de las limitaciones geográficas y temporales de una exposición, el propio lenguaje, muchas veces críptico, tampoco ayuda. A mi eso me interesa como artista, pero si queremos llegar a un público amplio tenemos que ser capaces de manejar un registro más accesible.

Con la Ley Mordaza (o con cualquier ley), pasa algo similar. Todo el mundo que conozco está en contra de ella, pero nadie se la ha leído. E incluso si se la leyesen, el propio lenguaje jurídico es en sí una barrera que dificulta la correcta compresión de lo que se está leyendo. Esto no es casual. Igual que en el mundo financiero, por ejemplo, es obvio que la enrevesada retórica está encaminada a que el 99% de la población no sepa exactamente qué se está diciendo. En el mejor de los casos la única información que nos llega está traducida por los medios de comunicación. Por eso utilizando una de sus propias estrategias, un periódico -con sus imágenes, sus titulares, su texto...-, intentamos poner nuestro granito de arena y arrojar un poco de luz sobre qué es en realidad la Ley Mordaza. No sólo decir si es mala o no, sino explicar en castellano corriente por qué lo es desde el punto de vista de la defensa radical de la democracia y la libertad de expresión.


DÚO#05 Sobre la Ley Mordaza from NOPHOTO on Vimeo.

¿Cómo habéis enfocado y organizado el trabajo?

Partíamos del trabajo que expuesto en la Galería Cero, pero había que dejar fuera algunas piezas, incluir algunas nuevas y revisitar algunas ya existentes. En ese proceso entra el equipo de DÚO, que lo forman el propio Juan Valbuena junto con Eduardo Nave, Juan Millás y Carlos Lujan, que son los fundadores y editores del proyecto. A ellos se suma Juanjo Justicia, del estudio Underbau, que es el diseñador de la pieza. En total, desde la primera reunión transcurrieron unos 3 meses dedicados a ese trabajo de edición hasta conseguir la pieza final.

Paralelamente Ignacio Trillo fue trabajando el texto conforme a unas pautas que también habíamos definido conjuntamente y en las que estuvimos de acuerdo casi incluso antes de valorarlas en equipo: extensión, aspectos a tratar, lenguaje, etc. La parte final de conjugar imagen y texto fue de hecho muy orgánica. Ambas piezas están hechas para remar en la misma dirección desde flancos diferentes, así que el encuentro fue muy sencillo.

Lo que pretendimos durante la edición es que el periódico empezase de una manera rigurosa, planteando los pilares visuales sobre los que se asienta: un pixelado que remite rápidamente a la censura, pero que se va tornando en ridículo por mera acumulación, hasta llegar al retrato del ministro, que representa una solemnidad muy cañí, pero muy agria e inverosímil. De ahí en adelante el desarrollo del libro es un in-crescendo visual hacia el paroxismo. La estrategia al final es desmontar visualmente la Ley Mordaza y aplicarla hasta sus últimas consecuencias, hasta el extremo, estirarla y llevarla a un lugar en el que acaba cayendo por su propio peso.


Tal como comenta Mayrit, tienes dos opciones para entender de una vez la Ley Mordaza: a través del BOE o consultando el monográfico de DÚO.Desde Uncovering Ctrl os aconsejamos la segunda opción: es más clara, amena y creativa. Avisamos: se te quedará un poco de mal cuerpo intentando entender cómo se puede llegar al poder con una mente tan retorcida...