Volvemos con fuerza y con ganas, pero vemos que el panorama no ha cambiado en absoluto. Es posible que acabemos comprándonos una de las
máscaras pixeladas del alemán
Martin Backes. Nos servirá para
camuflarnos de los medios de comunicación en
lugares públicos.
Tal vez nos proteja de la desazón y el pesimismo imperante.Como la edición es limitada, os dejamos, no vaya a ser que nos quedemos sin ella...
[Gracias a Jesus P. por darnos a conocer el proyecto]